El término contracultura se aplica a un grupo de personas que escogen llevar un modo de vida contrario al percibido como “normal” por la sociedad. Las agrupaciones contraculturales no necesariamente se manifiestan políticamente, pero en muchas ocasiones estas nacen a raíz de un descontento con el sistema.

Las distinciones de los grupos contraculturales se reconocen inmediatamente en su modo de vida, el cual refleja sus ideales. Utilizan signos propios, que se pueden admirar en su manera de vestir, de comportarse y de hablar, en sus costumbres, en lo que consumen, etc. En su mayoría surgen en círculos con alto poder adquisitivo, pues son los que tienen más acceso a la información y a la educación. Además, bien que mal, el llevar un modo de vida paralelo al establecido tiene su precio monetario.

En resumen, una contracultura es un grupo que identifica el absurdo en una sociedad conformista. Una sociedad que hasta cierto punto acepta un número de eventos como “normales” que en realidad no deberían serlo. Estas agrupaciones se comportan en contra de ese absurdo, muchas veces despertando la evolución del pensamiento social.

Swingjugend

El swing es una variación del jazz que llega a su madurez en los años 30, llegando a los oídos del mundo e implementando más que un estilo de moda, un estilo de vida. La Alemania Nazi no estuvo exenta de este fenómeno.

En cualquier otra sociedad, el que un joven fuera un entusiasta del swing no habrá sido problema alguno. Pero en la Alemania Nazi, la música extranjera era mal vista. El swing tenía desventajas particulares, pues sus intérpretes y directores de orquesta más famosos eran judíos y negros.

En una sociedad en la que absolutamente todo era regulado por las autoridades, apareció un grupo de jóvenes que no se contentaban con llenar el perfil del joven alemán ejemplar. En lugar de unirse a la Hitlerjugend (Juventud de Hitler), que era lo que se esperaba de cualquier menor, ellos formaron su propia juventud: la Swingjugend. En lugar de usar los cortos pantaloncillos y las insignias rojiblancas, de asistir a los reformadores entrenamientos y de reportar hasta sus amigos por actividades “irregulares” –actividades dignas de un miembro de la Hitlerjugend—los swing llevaban un estilo de vida alejado de cualquier entusiasmo hacia el Partido Nazi.

Los swing no veían este estilo de música sólo como un pasatiempo, para ellos era un estilo de vida. Los hombres vestían con ropas holgadas, grandes sacos y pantalones al estilo americano y usaban el pelo largo y engominado. Las mujeres usaban enaguas o vestidos, los cuales desafiaban la propuesta del gobierno de usar materiales económicos, pues entre más caros y exclusivos fueran, mejor. Se maquillaban en exceso, retando la idea de que el maquillaje era un artificio judío. Usaban peinados poco tradicionales, así como objetos poco comunes como los filtros largos para los cigarros. En general, las mujeres alababan la moda, cosa que era mal vista en la sociedad Nazi, puesto a que era sinónimo de fomentar el deseo sexual. Toda la ropa y accesorios eran difíciles de encontrar, en este sentido mediaba o el dinero o la creatividad.

La música era muy limitada, pues poco a poco fueron restringiendo la música jazz en general, compositor por compositor. Los discos se tenían que comprar en el mercado negro o se tenía que buscar la señal de emisoras como la BBC para tener acceso a la música. La danza también era muy diferente, pues si conseguir discos era difícil, encontrar recursos visuales lo era todavía más. Al ser esta tan desordenada y lujuriosa, iba por supuesto en contra de todo lo conocido por los Nazis y por lo tanto era ampliamente repudiada.

El uso de términos ingleses en su vocabulario era algo muy común. Entre más inglés usaran en público era mejor, e inclusive se daban apodos en este idioma. También usaban frases judías. Todo esto no sólo para identificarse como grupo, sino también para molestar a los demás. A veces simplemente en media calle, a viva voz, podían decir que “nadie tocaba el jazz tan kosher como Benny Goodman”.

La burla de este grupo hacia la Hitlerjugend era muy amplia. A veces tomaban las melodías del swing e inventaban letras haciendo mofa de los eventos de actualidad. Su saludo era “Swing heil”, parodiando al “Sieg heil” de los Nazis. Inclusive tenían un paso de baile imitando el gesto que acompañaba la frase, que era extendiendo el brazo, pero a cambio de mantener la mano extendida, formaban una V con sus dedos como el signo de victoria de Churchill. Todo esto para mostrar el repudio ante esta organización, que lo único que hacía era encarcelar a los jóvenes en un régimen limitante.

El swing era un enorme paquete de elementos. Los jóvenes entusiastas no sólo veían el swing como una manera de revelarse, sino como una promesa de libertad. Veían hacia los Estados Unidos de las películas y veían un mundo de abundancia, de libertad de expresión. Para ellos esa democracia era el swing. Aunque sus pretensiones iniciales no eran políticas, por tantos retos contra la autoridad terminaron siendo enemigos políticos de los Nazis. Muchos fueron enviados a campos de trabajo juvenil, en donde seguían cantando sus canciones y formando bandas improvisadas, hasta que fueron luego recluidos a campos de concentración en donde algunos murieron por las duras jornadas de trabajo.

La Swingjugend no habría sido una contracultura en otra sociedad, sin embargo, ellos hallaron absurdo el no poder escoger un estilo más que el establecido y terminaron siendo un grupo problemático para la sociedad de aquel entonces. Su única falta fue querer bailar y ser felices como la gente que veían en las películas. El juego de provocar a las autoridades pasó a ser una lucha por la búsqueda de la libertad de expresión, cosa que la Alemania Nazi –la que prometía ser la mejor—nunca les daría. Si no podían bailar, la promesa de una sociedad perfecta de nada les servía.

Bibliografía

· Revista Opción, Abril, 2008

http://www.revistaopcion.com/web/2008/04/01/tribus-urbanas-la-contracultura/

· Swingstyle Syndicate, Enero, 2008

http://return2style.de/amiswhei.htm

· ORT, Marzo, 2008

http://holocaustmusic.ort.org/politics-and-propaganda/third-reich/swing-kids-behind-barbed-wire