Creo que esto puede funcionar como una justificación...
Escoger a Rrose Sélavy puede parecer común. Es más, escoger a Duchamp para un proyecto de Dadá es todavía más esperable. Cliché, casi. Porque aunque ame a Duchamp, me causa un poco de incomodidad el hecho de que la conexión entre Dadá y Duchamp sea tan inmediata que la gente se olvide de otras grandes figuras, inclusive de sus iniciadores.
Pero era inevitable. Tan inevitable como haber sentido lo que sentí cuando vi a Rrose Sélavy por primera vez en el curso de Teoría del arte.
Fue en el curso de verano, cuando llevé Teoría del arte e Introducción a la historia del arte I, que descubrí el Dadá y desde entonces me enamoré del movimiento. Porque dejaron hablar a muchos elementos del arte que antes las instituciones silenciaban. Fue descubrir nuevos idiomas, nuevos métodos, nuevos horizontes. Algo diferente en este mundo en donde el estandar es la norma.
Suena a historia de telenovela rosa, lo sé. Duchamp siempre me había parecido un personaje curioso, pero al verlo como Rrose Sélavy causó ese tonto "je ne sais quoi" que causa el arte a veces. Y yo sé que debería saber qué es lo que me atrae tanto a este personaje, pero como en el Dadá, a veces las sensaciones no necesitan explicaciones. Simplemente son.
Entonces fue cuando empezé a investigar por pasatiempo sobre el Dadá, y por alguna razón en el movimiento y particularmente en Duchamp encontré un poquito de mí. Aunque esto sea un tema que trataré en el segundo proyecto, debo explicarlo en función de dar a entender una de las razones de este proyecto. En resumidas cuentas, yo pienso que cada uno de nosotros es un rostro reflejado en muchos espejos. Estos espejos son gentes con las que nos identificamos, y al vernos en ellos sabemos un poco más de cómo somos o por lo menos de cómo desearíamos ser.
En ese entonces también, como dije en clase, la gente empezó a pensar que esa pequeña fotografía de una mujer con un sombrero negro y un abrigo de plumas que tenía en el avatar del messenger era yo, lo que hizo que me identificara todavía más con Rrose.
Es por esto que no tuve otro camino que escoger a Rrose Sélavy como punto de partida para mi proyecto, porque en él-la veo un poco de mí misma.
Escoger a Rrose Sélavy puede parecer común. Es más, escoger a Duchamp para un proyecto de Dadá es todavía más esperable. Cliché, casi. Porque aunque ame a Duchamp, me causa un poco de incomodidad el hecho de que la conexión entre Dadá y Duchamp sea tan inmediata que la gente se olvide de otras grandes figuras, inclusive de sus iniciadores.
Pero era inevitable. Tan inevitable como haber sentido lo que sentí cuando vi a Rrose Sélavy por primera vez en el curso de Teoría del arte.
Fue en el curso de verano, cuando llevé Teoría del arte e Introducción a la historia del arte I, que descubrí el Dadá y desde entonces me enamoré del movimiento. Porque dejaron hablar a muchos elementos del arte que antes las instituciones silenciaban. Fue descubrir nuevos idiomas, nuevos métodos, nuevos horizontes. Algo diferente en este mundo en donde el estandar es la norma.
Suena a historia de telenovela rosa, lo sé. Duchamp siempre me había parecido un personaje curioso, pero al verlo como Rrose Sélavy causó ese tonto "je ne sais quoi" que causa el arte a veces. Y yo sé que debería saber qué es lo que me atrae tanto a este personaje, pero como en el Dadá, a veces las sensaciones no necesitan explicaciones. Simplemente son.
Entonces fue cuando empezé a investigar por pasatiempo sobre el Dadá, y por alguna razón en el movimiento y particularmente en Duchamp encontré un poquito de mí. Aunque esto sea un tema que trataré en el segundo proyecto, debo explicarlo en función de dar a entender una de las razones de este proyecto. En resumidas cuentas, yo pienso que cada uno de nosotros es un rostro reflejado en muchos espejos. Estos espejos son gentes con las que nos identificamos, y al vernos en ellos sabemos un poco más de cómo somos o por lo menos de cómo desearíamos ser.
En ese entonces también, como dije en clase, la gente empezó a pensar que esa pequeña fotografía de una mujer con un sombrero negro y un abrigo de plumas que tenía en el avatar del messenger era yo, lo que hizo que me identificara todavía más con Rrose.
Es por esto que no tuve otro camino que escoger a Rrose Sélavy como punto de partida para mi proyecto, porque en él-la veo un poco de mí misma.
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